miércoles, 8 de agosto de 2012

Tantas veces Pedro, tantas veces Pisco Sour




Artículo ofrecido, en facebook,  por Giovanna López Muñoz: "Dada la acogida de nuestro artículo El día que Ernest Hemingway conoció el Pisco Sour, hoy publicaremos otro interesante artículo pero esta vez relacionado con nuestro reconocido escritor Alfredo Bryce Echenique, ex profesor amante del Pisco Sour". 


Tantas veces Pedro, tantas veces Pisco Sour

              Bryce era un joven de diecisiete años singular, talentoso y que disfrutaba de sus primeros, pacíficos y bien meditados Piscos Sour en la barra de Felipe Meléndez, en el Country Club de Lima. Veinte años después Bryce volvía de Europa con otra novela en sus maletas: “Tantas veces Pedro”. La entonces reciente editorial Libre-1 con Toni Closa a la cabeza, decidieron hacer una presentación cinematográfica de su libro. ¿El lugar? No podía ser otro: El Country Club de Lima, su casa preferida de Bryce en Lima. Aún ahora Bryce sigue siendo visitante ilustre y disfruta de los Pisco Sour de Roberto Meléndez, campeón de bartenders e hijo de Felipe. 

             Aquel día de la presentación, el vapor de una fiesta imposible de repetir se alzaba en el aire. La ceremonia empezó al mediodía, cuatrocientas invitaciones se habían cursado, finalmente llegaron quinientas. Bryce entró en medio de un tumulto, asediado, además, por quienes le pedían un autógrafo en el libro.
Sólo hubo un coctel esa noche: Pisco Sour, y todo el hotel parecía entregado a la función esencial de extraer jugo a montañas de limones norteños, perfectamente de Chulucanas. Volaban garrafas de pisco y según el maitre Ortega, fue preciso traer más jarabe de goma desde el Hotel Bolívar. Sabios, famosos, bohemios, poetas, historiadores como Jorge Basadre, gente y más gente reconocida asediaba a Bryce que con visible disciplina sonreía, escuchaba elogios, escribía dedicatorias, firmaba libros. Una, tres, cinco horas….. y Bryce siempre con su catedral en la mano que lo mantuviese sobrio y sostuviese en pie.

             La editorial regaló quinientos ejemplares esa tarde y sirvió cerca de seis horas catedrales para más de cuatrocientas personas lo cual significaba una catarata de Pisco Sour, cerca de doscientas jarras.
Años después, en la presentación de su novela “Permiso para sentir”, Bryce recordó la fiesta de “Tantas veces Pedro” como la única en su especie, señalando que fue la única novela cuya presentación hizo quebrar a la editorial. Según dicen, tenía razón porque al año siguiente de aquella presentación, vino la liquidación de la editorial, pero lejos de lo que se piensa, Toni Closa como el autor de este artículo, viven felices y afortunados de haber formado parte de ese recuerdo.

Fuente: “Toneles del Tiempo” escrito por Guillermo Thorndike y publicado en la Revista Dionisos Nº 44, Julio 2005. RESUMEN DEL ARTÍCULO ORIGINAL

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