El
gran dilema a la hora de decidir hacer un cóctel o una comida es elegir un
pre-preparado o prepararlo uno mismo. La pregunta es la siguiente, ¿Cuál o que
es mejor?, entendiendo por mejor el grado de satisfacción que puedo obtener al
elegir una acción u otra. La respuesta es obvia, es: el elaborado al momento y
por uno mismo, pero, ¡atención!, siempre y cuando elijas productos frescos, de calidad y te
ciñas a una buena receta. En Europa,
prácticamente todos los alimentos de gran consumo se congelan para
transportarlos, después de haber sido recogidos días antes. Las frutas como las
verduras han de estar frescas para que
mantenga el sabor, olor, aroma y textura particular. Muchas veces
resulta difícil encontrar el producto con las características deseadas.
En
la elaboración de determinadas recetas, más aun cuando se tratan de platos de
otras latitudes, los productos recomendados no son lo
mismo. Es el caso de limón europeo o el limón peruano.
Otro
aspecto importante es la combinación de las proporciones que debe contener una
receta. Cuantas veces hemos conseguido un plato extraordinario y al volverlo
hacer ya no ha sido lo mismo. En este caso ya no hablo de las variaciones
propias de la materia prima, sino de que las cantidades que empleemos han de
ser siempre las mismas, de lo contrario no obtendremos el mismo resultado. No
es raro que por las prisas añadas cantidades a “ojo” y que después no sean las adecuadas, unos poquitos gramos de exceso
de pimienta o de jengibre puede
estropearte un plato.
En
resumida cuenta, la receta preparada in-situ, utilizando los mejores productos
y bien preparada, es la mejor opción a la hora comer o beber, sin embargo si no
cumples con las mejores condiciones la mejor opción será elegir el mejor pre-preparado.
En
el próximo artículo y siguiendo la línea de este artículo les hablaré de algunos
pre-preparados y de la mejor elección.
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